Bolivia es uno de los 15 países más biodiversos del planeta, con paisajes que van desde bosques Amazónicos y amplias sabanas, pasando por bosques montanos y nublados y valles secos, hasta llegar a las majestuosas montañas. Este maravilloso mosaico alberga el 15% de aves del planeta, con un total de 1.435 especies, se suman 406 especies de mamíferos y alrededor de 15.000 especies de plantas. Muchas de éstas, se encuentran en peligro de extinción o solo viven en Bolivia.
Los bosques de Bolivia no solo albergan una rica diversidad de vida silvestre, sino que también son el hogar de pueblos indígenas que viven y dependen de ellos, cuidando de lugares de gran relevancia cultural.
Sin embargo, esta riqueza está amenazada por la deforestación. Cada año, Bolivia pierde unas 300.000 hectáreas de bosque a un ritmo de más de 800 canchas de fútbol por día, para un país con muy poca gente para su tamaño. Debemos actuar para frenar un futuro desastre y quedarnos sin agua y bosques, poniendo en riesgo la vida.
Nuestra estrategia titulada Cruz del Sur impulsa el valor de la naturaleza para enfrentar el cambio climático, la conservación de los océanos a gran escala, el fomento de economías positivas para la naturaleza y la innovación en ciencia y mecanismos de financiamiento para la conservación.
Nuestro enfoque de trabajo en Bolivia
Conservación Internacional Bolivia, basa su enfoque de trabajo en tres de estas Estrellas Guía: Naturaleza para el Clima, Economías Positivas para la Naturaleza e Innovación en Ciencia y Finanzas. En colaboración con gobiernos a nivel nacional y subnacional, así como con organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas y comunidades locales, nos enfocamos en una Amazonia saludable. Buscamos crear y fortalecer áreas protegidas, promoviendo la mejora de los medios de vida de las comunidades que cuidan el bosque respetando sus derechos y protegiendo sus territorios. Una conciencia pública que acompañe este sueño es fundamental y trabajamos cada día en esta dirección.
NATURALEZA PARA EL CLIMA
Promovemos la creación de áreas de conservación, para lo cual proponemos ampliar la conservación en 4 millones de hectáreas en la Amazonia boliviana.
La conservación de estos bosques es central para asegurar un clima estable y la vida de los pobladores. Hasta 2023, se ha avanzado con 2,4 millones de hectáreas junto a socios. Más áreas protegidas, territorios indígenas ampliados y acuerdos de conservación asegurarán una Amazonía funcional, biodiversa y resiliente.
Además, apoyamos la gestión de más de 8 millones de hectáreas en la Amazonía boliviana, fortaleciendo las capacidades de pueblos indígenas, comunidades locales e instituciones públicas para gestionar sosteniblemente los bosques y su biodiversidad. Para 2030, nuestra meta es potenciar la conservación mediante áreas protegidas, Territorios Indígena Originario Campesinos (TIOC) y acuerdos de conservación.
Más allá de las áreas de conservación tradicionales, proponemos conservar 12 millones de hectáreas en Charagua y Pando, y expandir la restauración en 10,000 hectáreas en Alto Beni para 2030, con el apoyo de acciones de campo y políticas públicas.
ECONOMÍAS POSITIVAS PARA LA NATURALEZA
Hemos protegido más de 1.2 millones de hectáreas mediante Acuerdos de Conservación, un mecanismo que busca conservar la biodiversidad y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales. Este mecanismo incentiva a las comunidades a proteger el medio ambiente y desarrollar proyectos de aprovechamiento sostenible del bosque. Para 2025, aspiramos a renovar acuerdos por 2 millones de hectáreas y establecer nuevos por 0.95 millones de hectáreas en la Amazonía.
Además, hemos fortalecido la gobernanza y promovido la equidad de género mediante la titulación de 3 millones de hectáreas, lo que brinda mayor seguridad a los pueblos indígenas y fomenta su compromiso con la protección de su hábitat. Con el apoyo de CI Bolivia, el Consejo Indígena de los Pueblos Tacanas (CIPTA) tituló 0.3 millones de hectáreas y se busca titular otras 0.3 millones para 2025. También hemos logrado 1 millón de hectáreas con producción sostenible de productos como la castaña, el asaí y el cacao, contribuyendo a la adaptación y resiliencia al cambio climático en Pando, Beni y el norte de La Paz.
CIENCIA Y FINANZAS
Durante nuestros 37 años en Bolivia, hemos generado valiosa información científica a través de Evaluaciones Rápidas de Biodiversidad (RAP). En 1990, CI Bolivia publicó el primer RAP de Alto Madidi, lo que llevó a la creación del Parque Nacional y Área de Manejo Integrado Madidi en 1995. Otros RAP se realizaron en áreas como la Cuenca Alta del Río Orthon, Pando, Noel Kempff Mercado, el Bosque Húmedo de Chuquisaca y las Tierras Bajas y Bosque Seco de Santa Cruz, avanzando positivamente en la conservación de estos ecosistemas.
En 2009, CI Bolivia colaboró con el PNUD para publicar el Informe de Desarrollo Humano "La Otra Frontera", promoviendo un desarrollo alternativo basado en servicios ecosistémicos, ecoturismo, biocomercio y agricultura orgánica. Además, hemos apoyado información sobre bonos de carbono?? y la creación de atlas de áreas protegidas municipales, para coadyuvar con la información científica del país.