Artesanos de la cuenca del Ampiyacu ya pueden comercializar fibra de chambira a grandes mercados
agosto 21, 2025
Una de las actividades productivas que más acostumbran las 14 comunidades asentadas en la cuenca del Ampiyacu, es la cosecha del cogollo de la palmera de la chambria (Astrocaryum chambira), una fibra natural cuyo uso y conocimiento se viene compartiendo de generación en generación para la fabricación de artesanías.
La chambira, junto con el palo rosa, la carne de monte y la piscicultura, son valiosos recursos de la biodiversidad amazónica que generan ingreso a las comunidades locales. Representan oportunidades para fomentar negocios sostenibles que ayuden a conservar estos ecosistemas vitales, como lo es el Área de Conservación Regional (ACR) Ampiyacu Apayacu, y fomentar el bienestar de la población local.
Desde el 2022 junto con la Federación de Comunidades Nativas del Ampiyacu, FECONA y la Jefatura del ACR Ampiyacu Apiyacu, se está trabajando para fortalecer la cadena de valor de la chambira: se han brindado alternativas de aprovechamiento que evitan tumbar la palmera; instalando 5600 plantones en las parcelas de más de 50 familias; se han realizado los registros de estas plantaciones por parte de la Gerencia Forestal; y formalizado a las asociaciones de artesanos para que tengan acceso a fondos públicos.
Ahora, con el trabajo coordinado entre el Estado, empresa privada y cooperación, las asociaciones de artesanos han visto crucial seguir capacitándose para ampliar su mercado. Friss Quevare, de la Asociación de Artesanas las Victorias, de Boras de Pucaurquillo nos comenta: “Nos hemos dado cuenta que veníamos trabajando sin la documentación necesaria. Con las guías de transporte ahora podemos vender a un mejor precio porque no solo ganamos nosotros, sino también la empresa porque puede garantizar la trazabilidad del producto”.
Wilmer Celis especialista de la Gerencia Forestal, estuvo a cargo de la capacitación sobre la aplicación de Guias de Transporte Forestal donde participaron 23 comuneros de 7 asociaciones de artesanos. “Los participantes comprendieron cómo es el proceso de transporte de su producto, cómo se deben de llenar las guías, quién debe de firmarlas y la función que éstas cumplen para asegurar que se cumplan los permisos de aprovechamiento y cuotas asignadas”, nos comenta.
Por otro lado, Royer Quevare, Presidente de la FECONA nos comenta; “No sabíamos que la comercialización de la chambira era una actividad regulada, y que existían puestos de control y el riesgo de recibir multas, o que sea decomisado el producto. Este espacio nos ha abierto más oportunidades de poder exportar nuestro producto, ya que ahora hay mercado para comercializar la fibra de la chambira y no solo vender artesanías”.
Wilmer confiesa que para el control forestal, será la primera vez que se transporta fibra de chambira y destaca su entusiasmo al ver como este recurso representa una forma de promover desarrollo de estas comunidades. El espacio ha servido también para visibilizar que sin un control y manejo adecuado del recurso, las comunidades corren el riesgo de perder sus principales fuentes de ingreso.
El rol de la empresa privada en optar por exigir la trazabilidad y formalidad de los productos que comercializan es también crucial para asegurar una economía sostenible donde se preserve la conservación de los recursos y ecosistemas vitales, y donde el productor recibe un precio justo por asegurar un buen manejo de los mismos; todos ganan.
Con las “Guarderías de conservación” se pudo garantizar una mayor participación de las mujeres durante el taller, dándoles la tranquilidad necesaria para que puedan concentrarse en la capacitación, sabiendo que sus hijos están bien atendidos.
Reservas Vitales
Los esfuerzos en el Ampiyacu Apayacu forman parte de la iniciativa Reservas Vitales, una alianza estratégica entre el Gobierno francés, los pueblos indígenas y Conservación Internacional, para proteger los ecosistemas más críticos de la Amazonia. Combinando la ciencia más avanzada sobre las concentraciones de carbono irrecuperable y la biodiversidad irremplazable con los sistemas de conocimiento tradicionales, esta alianza está estableciendo un nuevo modelo de conservación que aborda simultáneamente el cambio climático, conserva la biodiversidad y respeta los derechos indígenas. En el Perú estas Reservas Vitales se ubican en Loreto, en el Parque Nacional Yaguas junto a las Áreas de Conservación Regional Ampiyacu-Apayacu y Maijuna-Kichwa.