Culmina el Proyecto Red de Áreas Marinas y Costeras Protegidas con aportes clave para la conservación

diciembre 20, 2022

Foto: Esteban Barrera

Después de cuatro años de implementación, culmina el Proyecto Red de Áreas Marinas y Costeras Protegidas, con importantes logros y lecciones aprendidas para la conservación de la biodiversidad en la Costa continental del país. El proyecto que se propuso la meta de mejorar sustancialmente la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad a través de una red efectiva de áreas marinas y costeras protegidas en el Ecuador continental fue implementado por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), Conservación Internacional Ecuador (CI-Ecuador) y WildAid gracias al financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés).

Durante el XVII Encuentro de la Red de Áreas Marinas y Costeras Protegidas realizado en diciembre en Manta, se anunció el cierre del proyecto y se presentaron los principales resultados, con la presencia de funcionarios de las veinte áreas protegidas, autoridades, cooperantes y el equipo técnico del proyecto.

Uno de los principales aportes del proyecto se centró en el fortalecimiento de capacidades. Por un lado, en mejorar la capacidad institucional de las áreas protegidas a través de un marco normativo y administrativo formal. Se elaboraron instrumentos necesarios para su operación efectiva incluyendo planes estratégicos, planes de manejo y normativas para regular actividades y proteger los valores de conservación. Además, se fortaleció las capacidades de los guardaparques y funcionarios en temas como control y vigilancia, manejo de áreas protegidas, aplicación de la ley, navegación, manejo de embarcaciones, género, entre otras. Para fortalecer el control y vigilancia el proyecto dotó de equipamiento como embarcaciones, motores, radares, drones, además del apoyo en la planificación y el acompañamiento técnico al personal de las áreas.

Asegurar la sostenibilidad financiera de las áreas protegidas fue un desafío que se propuso el proyecto en sus inicios y actualmente es uno de sus mayores logros. A través de la creación de la Subcuenta Ecuador Azul, con la donación de 4 millones de dólares por la Fundación de la Familia Walton y 2 millones de contraparte del GEF se estableció un mecanismo de sostenibilidad financiera para apoyar al manejo de las áreas. La Subcuenta, administrada por el Fondo de Inversión Ambiental Sostenible (FIAS), permite generar recursos anuales destinados a los programas de manejo de siete áreas protegidas.

El proyecto también contribuyó a la gobernanza y la gestión integrada con proyectos piloto en Punta Carnero y Playas Villamil. Se estableció procesos altamente participativos que incluyeron a las autoridades nacionales y locales, las áreas protegidas, los usuarios y otros actores locales, para una gestión integrada de estas playas que forman parte de dos áreas protegidas: la Reserva de Producción de Fauna Marino Costera Puntilla de Santa Elena y el Área Nacional de Recreación Playas Villamil. Gracias a estos procesos se cuenta con planes específicos para el manejo de las playas e instrumentos legales para su regulación.

Por otro lado, el proyecto aportó a la conectividad ecológica entre ecosistemas de manglar y los bosques secos y húmedos respectivamente, con un proyecto piloto en Isla Seca y Conchal en Huaquillas y otro proyecto piloto en la Comuna Lucha y Progreso en la Reserva Ecológica Manglares Cayapas Mataje. También fueron procesos altamente participativos centrados en las comunidades locales pero que incluyó autoridades nacionales y locales, organizaciones no gubernamentales, universidades y otros actores. Los resultados incluyen la creación de un área de conservación municipal en Huaquillas y el fortalecimiento de capacidades agroforestales en Esmeraldas.

 “Hoy por hoy contamos con áreas protegidas mejor equipadas, con disponibilidad de recursos y un personal capacitado, además de experiencias exitosas para replicar a futuro por la gestión efectiva de la biodiversidad marina y costera” mencionó la gerente del proyecto, María Fernanda Cortez.

Gerente del proyecto, María Fernanda Cortez durante el XVII Encuentro de la Red de AMCP. Foto: Sebastián Espín Meneses

La Red de AMCP es un mecanismo de fortalecimiento al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). Es fundamental mantener los encuentros periódicos, los intercambios de experiencia y el trabajo coordinado entre las áreas para fortalecer la operación sinérgica de la Red. Si bien hoy culmina el proyecto, la Red de Áreas Marinas y Costeras Protegidas continuará para promover un trabajo integrado que logre precautelar la naturaleza, los valores de conservación y el manejo sostenible de los recursos.