Experto: Los retrocesos en la protección del medio ambiente ponen en peligro la naturaleza y la salud humana

julio 21, 2020

Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, los países de todo el mundo han ido reduciendo o eliminando las zonas reservadas para proteger la naturaleza, algunas para perforar en busca de combustibles fósiles, otras para el desarrollo urbano.

©Shawn Heinrichs

Sin embargo, los retrocesos ambientales que algunos gobiernos afirman que podrían ayudar a la humanidad a recuperarse económicamente del coronavirus podrían poner a la humanidad en mayor riesgo de futuras pandemias, escribe Rachel Golden Kroner en un artículo reciente en Scientific American.

"Sabemos que el cambio en el uso de la tierra es el motor más importante de las enfermedades infecciosas zoonóticas emergentes, como el virus que causó el COVID-19", explica Golden Kroner, científica social de Conservation International. "Al abrir las áreas protegidas al desarrollo... corremos el riesgo de crear las condiciones para otra pandemia, incluso mientras aún estamos lidiando con la actual".

Para rastrear los retrocesos mundiales de las protecciones ambientales desde el inicio de COVID-19, Golden Kroner creó una base de datos que se basa en artículos de noticias, documentos gubernamentales y análisis de campo de expertos.

Lo que descubrió: Desde Alberta, Canadá, hasta Selangor, Malasia, las áreas protegidas se han debilitado en casi todos los continentes en los últimos meses - y muchas de estas decisiones se tomaron sin la contribución de las comunidades locales. Además de amenazar la salud humana, las investigaciones demuestran que la reducción de las protecciones ambientales puede perjudicar la vida silvestre, aumentar las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y poner en peligro a los pueblos indígenas.

Afirma que una de las mejores maneras de proteger el bienestar humano y la salud del planeta es que los países inviertan en zonas protegidas como parte de sus planes de estímulo económico y de las actividades de recuperación nacional.

"Estos esfuerzos brindan una oportunidad sin precedentes para fortalecer las zonas protegidas y los medios de vida que pueden apoyar, abordando al mismo tiempo las prioridades económicas y ambientales", escribe.

"Y al mejorar la salud de los ecosistemas circundantes, esas protecciones pueden hacer que las comunidades locales sean más resistentes a las futuras amenazas a la salud pública".