¿Qué es Carbono Azul?

julio 25, 2019

Nota del editor: Desde "adaptación climática", "carbono azul", "enfoque de paisaje" a "servicios ecosistémicos", la jerga ambiental cada día está más presente en todos lados. Conservación Internacional busca descifrarlos en una serie de notas explicativas que llamamos "¿Qué es eso?"

En esta entrega, desglosamos "carbono azul", un término del que tal vez no hayas oído, pero que tiene una gran importancia enfrentar el cambio climático.

¿Qué es el "carbono azul"?

"Carbono azul" es el carbono que se almacena naturalmente en los ecosistemas marinos y costeros, de ahí su nombre. Tres tipos de ecosistemas costeros (manglares, praderas marinas y marismas) almacenan la mitad del carbono "azul" enterrado debajo del fondo del océano.​

¿Por qué es importante?

La emisión de carbono a la atmósfera es un gran impulsor del cambio climático, y los ecosistemas de carbono azul contienen MUCHO carbono. Por ejemplo, un área determinada de bosque de manglares puede almacenar hasta 10 veces más carbono que la misma área de un bosque terrestre.

Eso es mucho. ¿Cómo es eso posible?

Vamos a traer un experto para explicar.

"A diferencia de los ecosistemas terrestres, el carbono almacenado en el suelo costero puede permanecer atrapado durante largos períodos de tiempo", sostiene Emily Pidgeon, directora senior de iniciativas marinas estratégicas de Conservación Internacional. "En estos lugares, las condiciones de bajo oxígeno en el suelo debajo del agua pueden retener el carbono desde siglos hasta milenios".

¿Por qué es eso?

Debido al aumento del nivel del mar y el aumento de las tormentas causadas por el cambio climático. Los manglares y otros ecosistemas costeros actúan como amortiguadores naturales de olas, inundaciones y tormentas. Si el mar continúa subiendo, las tormentas aumentarán, y si una población costera corta sus bosques de manglares, está indefensa frente al mar. En un estudio de países en desarrollo vulnerables a tormentas, se estima que los manglares reducen las áreas costeras impactado por marejadas ciclónicas hasta en un 50 por ciento.

Interesante, pero ¿qué más tienen de especial estos ecosistemas?

No se trata solo de carbono y defensa costera, comenta Pidgeon.

"No olvidemos la biodiversidad. Los ecosistemas de carbono azul son un hábitat crítico para las especies marinas, las cuales constituyen una parte importante de la seguridad alimentaria y los ingresos de las personas. Además, mejoran y mantienen la calidad del agua en las zonas de los países costeros de todo el mundo".

¿Cuántos ecosistemas de carbono azul hemos perdido?

Muchos, y los números no son buenos: a nivel mundial, hemos perdido la mitad de los manglares del mundo desde la década de 1940. Una cuarta parte de las marismas se han perdido desde el siglo XIX, y la mitad de los pastos marinos desde 1990.

Eso es malo, ¿por qué se están perdiendo estas áreas?

La principal razón es para la construcción de estanques de camarones, peces y otras actividades costeras. La construcción de represas, la cosecha de leña, y la contaminación son otros factores que también contribuyen.  

"En lugares como Filipinas, más de la mitad de los manglares del país se han convertido en estanques de camarones", señala Pidgeon. "Como las poblaciones costeras de estos países están descubriendo ahora, esto las ha dejado muy expuestas a los tifones que afectan al país cada año".

¿Qué tan expuestos?

Pongamos como ejemplo el tifón Haiyan.

En 2013, Haiyan devastó grandes áreas en la región de Visayas, en el centro de Filipinas. Olas de hasta 6 metros de altura e inundaciones de varios metros de profundidad en áreas costeras causaron la muerte de 6 300 personas. Si bien una serie de factores contribuyeron a la devastación, la degradación y la pérdida de los ecosistemas costeros -en particular los manglares y los bosques costeros- dejaron las costas completamente expuestas y la región altamente vulnerable. Más del 80 por ciento de los bosques de manglar a lo largo de las costas de las Islas Visayas habían sido talados, principalmente para instalar estanques de peces y camarones.

¿Qué pasaría si simplemente replantan manglares o pastos marinos a lo largo de las costas?

Bueno, se está haciendo en algunos lugares, incluyendo Filipinas, pero en algunos casos, es realmente difícil restablecer las condiciones que dieron origen a estos ecosistemas. Plantar algunos árboles de mangle no significa que prosperarán en un entorno que ha sido completamente alterado. Restaurar estos ecosistemas es posible, pero debe hacerse correctamente y puede ser costoso si la costa se ha modificado de manera significativa.

En cualquier caso, la restauración del hábitat no puede arreglar las cosas de la noche a la mañana. "Incluso después de que se haya restaurado un manglar, un pantano o un pasto marino, se necesitan siglos para recuperar el carbono que se liberó en la atmósfera cuando se destruyó el ecosistema", sostiene Pidgeon.

Entonces, ¿qué se puede hacer?

Gracias a una creciente investigación sobre el carbono azul en los últimos años, los responsables en las tomas de decisiones se están dando cuenta de que estos ecosistemas son increíblemente importantes, tanto para preservar la biodiversidad como para proteger el clima. Es importante que el carbono azul se tenga en cuenta en los recortes de emisiones que los países prometen hacer en virtud del Acuerdo de París, por ejemplo. Mientras tanto, varias iniciativas de conservación del carbono azul se han desarrollado en los últimos años para ayudar a conservar y restaurar estos ecosistemas.

¿Qué tipo de iniciativas?

Asociaciones entre organizaciones de investigación, incluyendo Conservación Internacional, gobiernos y comunidades, han formado en los últimos años la Iniciativa de Carbono Azul , una colaboración para acelerar la conservación y restauración de manglares, pastos marinos y marismas a través de la ciencia, las políticas y la gestión costera.

Recientemente, la Alianza Internacional de Carbono Azul (IPBC), fue iniciada por el gobierno australiano para ayudar a los países a proteger sus ecosistemas de carbono azul y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a través del aprendizaje y el intercambio de conocimientos sobre estos ecosistemas. Conservación Internacional es un miembro fundador de la alianza; Indonesia, Estados Unidos, Costa Rica, los Emiratos Árabes Unidos, Francia y otros países y organizaciones se han unido.

"En los últimos cinco años, una asociación sólida entre conservacionistas, científicos y comunidades ha impulsado un rápido progreso en lo que sabemos sobre los ecosistemas de carbono azul y su importancia para las personas que viven en las zonas costeras de todo el mundo que enfrentan los impactos del cambio climático", dice Pidgeon. "La Alianza de Carbono Azul, con su enfoque en conectar a las naciones a esta red, tiene el potencial de revertir la pérdida de los ecosistemas de carbono azul a nivel mundial y hacer una contribución importante en la lucha por el cambio climático".

Es un avance.

Es un buen comienzo; dados los titulares recientes sobre los ecosistemas de carbono azul, no podemos perder más lugares como estos.