LA COOPBAM: UNIDOS SOMOS MÁS FUERTES
septiembre 27, 2025
Para algunos, esta frase puede sonar a lugar común. Para los socios de la Cooperativa de Servicios Múltiples Bosque del Alto Mayo (Coopbam), y quienes trabajan con ellos, es el puntal que les ha permitido crecer y alcanzar todos sus logros en estos diez años de trayectoria.
Con la firma de los Acuerdos de Conservación entre 2011 y 2012, los suscriptores debieron de cumplir con ciertos reglamentos, como dejar de talar el bosque para ganar tierras y abandonar el uso de pesticidas. A cambio, recibieron capacitaciones, asistencia técnica y herramientas para mejorar la calidad de su café. Para finales de 2014, los resultados eran evidentes: contaban con café de calidad y producido bajo el sistema agroforestal.
“Entonces, como suscriptores dijimos: ya hemos mejorado la calidad, ¿y ahora qué más vamos a hacer? ¿Para qué mejoramos si lo vamos a vender a un mercado convencional? Ahí es donde la cooperativa nace y empieza su actividad, que es certificar y otra vez salir a buscar mercados”, recuerda Idelso Fernández, gerente de la Coopbam.
Pero la cooperativa no tuvo todo a su favor desde un comienzo. “Una parte de los suscriptores de los Acuerdos de Conservación está a favor de la gestión del BPAM, de las actividades que han implementado el Sernanp y Conservación Internacional con su socio estratégico Ecoan. Pero hay otro grupo de pobladores que no están de acuerdo con la gestión de la jefatura del BPAM, ni con la cooperativa”, explica Hugo Cahuapaza, coordinador de econegocios de Conservación Internacional Perú. “Nos veían como traidores, porque empezamos a cuidar el bosque y combatir la tala. Lo que nosotros queríamos era demostrarles que podíamos hacer un cambio de vida constituyendo una cooperativa que fuera nuestra”, añade Idelso.
La mañana del domingo 12 de diciembre de 2014, ni el clima estuvo a su favor. Una lluvia torrencial dificultaba la movilidad en la zona, “inclusive al ingeniero Hugo le sugirieron que suspenda la reunión, pero él decidió no ceder”, recuerda Idelso. Contra la lluvia, a las 9:30 de la mañana, 71 delegados, que representaban a 208 agricultores, se dieron encuentro y formaron la Coopbam. Le siguieron años cargados de enfrentamientos sociales y mucho trabajo por hacer. La implementación de la Coopbam implicó alcanzar certificaciones, aprender de finanzas, ganarse la confianza de sus miembros aún temerosos y el respeto de sus opositores.
“Hoy en día podemos decir que ese esfuerzo, no solamente el nuestro como junta directiva, como cooperativa, sino también el esfuerzo de Conservación Internacional y el Sernanp, nos ha permitido lograr muchas cosas hasta el día de hoy”, recalca Idelso. Entre ellas, adquirir la certificación orgánica en 2015 y al año siguiente la de comercio justo. Esta trayectoria abrió las puertas al mercado extranjero, que hoy consume el 98 % de su producción: “Desde el año 2016 también tenemos el cliente Joffrey’s Coffee & Tea Company, de Estados Unidos”.
Los reconocimientos no tardaron en llegar. Idelso recuerda: “Recibimos el Premio Empresa Peruana en el año 2016, un reconocimiento a la excelencia. No solo vendemos café, sino también vendemos historia”. Este distintivo también les ha valido para conseguir fondos que les permitan seguir creciendo.
David Calúa, coordinador técnico de articulación de proyectos de Ecoan, cuenta: “Si bien empezaron con el soporte de la gestión, la implementación de infraestructura y de las condiciones para operar han sido generadas por apalancamiento de fondos; por ejemplo, de Agroideas y de Avanzar Rural, que han invertido para la construcción de centros de acopio en Rioja y en Aguas Verdes”.
Para estas postulaciones, cuentan con el apoyo y la asesoría de David y su equipo, quienes ya conocen los procesos administrativos y, como trabajan de la mano en el día a día, reconocen bien qué aspectos de su propuesta son atractivos para los concursos, tanto estatales como privados.
El caso de la Coopbam es único en el mundo y un verdadero motivo de orgullo para el Perú: “La Coopbam es la única organización a nivel mundial certificada con sello de Rainforest Alliance dentro de un área protegida”, aclara Hugo.
Por otro lado, la apuesta de la Coopbam por la educación es innegable. Como cooperativa han invertido en la formación de una escuela de líderes. Tras identificar el potencial de 35 socios, entre ellos varias mujeres, se les capacitó en gestión financiera, articulación comercial, habilidades blandas y funciones de los puestos directivos, entre otras materias. También están apoyando a la gestión del BPAM con el financiamiento de la participación de dos jóvenes en el programa Becas Educativas por la Conservación.
Además, en épocas de pandemia apoyaron con la implementación de internet satelital para que los niños de la zona de Huasta puedan continuar con su educación desde casa. Para Idelso es muy sencillo: “Nosotros vendemos café con comercio justo, y un comercio justo te dice, oye, ¿qué estás haciendo por la sociedad?”
Actualmente, la cooperativa tiene 368 socios productores de café, y 46 productores de cacao de las comunidades awajún, y Conservación Internacional promueve que haya una mayor participación de mujeres. “Un 30 % de las asociadas deben ser mujeres y, a la vez, deben ocupar un 30 % de los cargos directivos”, traza Hugo como plan a futuro.