Nueva área de conservación regional Medio Putumayo Algodón coloca a Perú más cerca de cumplir sus metas ambientales

junio 6, 2025

  • Esta nueva área protegida protegerá más de 283 mil hectáreas de bosques que contribuyen de gran manera al 53% de stock de carbono que Loreto representa para todo el país.
  • Con su establecimiento se podría evitar la deforestación de aproximadamente 45 966 hectáreas de bosque primario en los próximos 20 años.

En la frontera entre Perú y Colombia, el río Putumayo da vida a un paraíso biológico y cultural de gran importancia para el país y el mundo, pero poco conocido por la mayoría de los peruanos. Por su riqueza biológica, esta zona es considerada por los científicos como un epicentro mundial de alta biodiversidad. Por ello, las comunidades locales emprendieron una iniciativa en el 2016 para establecer un área de conservación regional que garantice la protección de este espacio que es fundamental para su bienestar.

Hoy, el interés de estas comunidades por conservar sus territorios se ha materializado con el establecimiento de la nueva área de conservación regional Medio Putumayo-Algodón, la cual protegerá más de 283 mil hectáreas de bosques y beneficiará directamente a más de 5 mil personas que viven en 16 comunidades de los pueblos indígenas murui (huitoto), yaguas, ocaina, kukama-kukamiria, kichwa, maijuna y bora.

Epicentro de biodiversidad

Estudios científicos han determinado que la zona está ubicada dentro de un epicentro mundial de alta diversidad de anfibios, aves, mamíferos y plantas, entre las que se encuentran: 7 tipos de bosques, 3000 especies de plantas, 11 de primates, 448 de aves, 70 de mamíferos, 232 de peces, 101 de anfibios y 53 de reptiles.

Entre los cientos de animales que existen en este lugar resaltan el jaguar, el lobo de río, el delfín rosado y el mono choro, todos ellos amenazados en alguna medida por la invasión de su hábitat, la caza, el tráfico de especies y la deforestación.

Esta gran presencia de peces, mamíferos, aves, plantas, así como la belleza paisajística de este Medio Putumayo Algodón, dependen de que esta zona mantenga un buen estado de conservación.

Impacto en la economía

La conservación de la biodiversidad en en el Medio Putumayo Algodón permitirá, además, garantizar la continuidad de servicios ecosistémicos como la provisión de productos maderables y no maderables, la fauna para caza y pesca de subsistencia o comercialización -esta última siempre que sea regida por planes de manejo- de las poblaciones locales, las mismas que dependen hasta en un 75% de estos recursos para cubrir sus necesidades.

Los datos económicos, indican que la base de la economía familiar en la región Medio Putumayo-Algodón se sustenta en los recursos provenientes de la chacra, el bosque y los cuerpos de agua. La pesca es la fuente principal de ingresos por su producción sostenida para las familias a lo largo del año.

Los ingresos generados por la comercialización de paiche, fresco y seco salado, y la venta de alevinos de arahuana son principalmente usados para la adquisición de productos como machetes, motores, medicinas, combustible y vestido.

“Esperamos que esta ACR nos traiga un beneficio para nuestras comunidades. Así nosotros también vamos a cuidar nuestro bosque, nosotros vamos a vigilar nuestros bosques, para que la gente foránea no entre en nuestro territorio, poder evitar la extracción de madera y el oro que nos perjudica mucho”, indica Gervinson Perdomo Chavez, ex cacique de la comunidad nativa Puerto Franco.

Corredor transfronterizo biológico y cultural

Con el establecimiento de esta nueva área de conservación regional -la quinta del departamento de Loreto- se apuesta por la conformación del Corredor Transfronterizo Biológico y Cultural del Putumayo. “El ACR Medio Putumayo Algodón forma parte de un mosaico de áreas naturales y de territorios indígenas que conforman el Gran Paisaje Indígena Putumayo Amazonas. Esta área es impulsada por las mismas comunidades nativas del Medio Putumayo, a través de tres federaciones. De igual manera, el corredor biológico es una iniciativa de las comunidades indígenas de la zona y de la sociedad civil tanto de Perú y Colombia, es una iniciativa binacional”, señala Freddy Ferreyra, especialista del Instituto del Bien Común.

De esta manera, por su ubicación estratégica, la conservación del Medio Putumayo Algodón es clave para asegurar la conectividad biológica y cultural más allá de las fronteras nacionales, a través de la conformación del Corredor Biológico y Cultural del Putumayo, lo cual representa una oportunidad única para mantener el flujo libre de un río principal de la cuenca amazónica.

“La conección entre estas tres áreas protegidas en este nuevo y amplio corredor significa más espacio para los jaguares, más agua limpia para las nutrias y más provisión de servicios ecosistémicos a las comunidades de 8 pueblos indígenas originarios de la Amazonía que dependen este importante ecosistema”, comenta Luis Espienel, director ejecutivo y vicepresidente de Conservación Internacional Perú.

El Área de Conservación Regional Medio Putumayo-Algodón junto al ACR Ampiyacu Apayacu, al Parque Nacional Yaguas y a la propuesta de Área de Conservación del Bajo Putumayo (Ere Campuya) protegerán los bosques de tierra firme megadiversos que albergan poblaciones de plantas y animales que sólo habitan al norte del río Amazonas.

El Área de Conservación Regional Medio Putumayo-Algodón, solicitada por las comunidades locales, fue impulsada por el Gobierno Regional de Loreto, a través de la Gerencia Regional del Ambiente, con el acompañamiento técnico del Ministerio del Ambiente (Minam), a través del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). Además contó con el acompañamiento del Instituto del Bien Común (IBC), la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), Conservación Internacional Perú (CI Perú) y el apoyo de Andes Amazon Fund (AAF), Bezos Earth Fund y Art into Acres a través de Re:wild, y el apoyo del Ministerio francés de Economía y Hacienda y del Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial (FFEM) en el marco del proyecto «Nuestros Futuros Bosques - Reservas vitales».