Vanessa Cuipal: “El café es parte de nuestras vidas”

junio 2, 2021

A los 27 años, Vanessa Cuipal Álvarez sabe que su trabajo es importante, por ello es cuidadosa en extremo, y no deja de aprender día a día . Gracias a su esfuerzo, el café peruano llega a cruzar las fronteras y brilla en el mundo. Muchas manos están involucradas en la cadena productiva, pero el amor de Vanessa por este fruto es algo que heredó de sus abuelos y padres .

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© Renato Ghiraldi

“Yo he crecido con el café, y siempre he tenido un cariño especial a la cosecha, a todo el proceso. Lo bueno es que ahora tenemos apoyo”, dice . Es madre soltera, tiene una niña de 7 años y no se imagina el futuro lejos de una labor como la que hace: específicamente ella cuenta la cosecha diaria que está lista y la lleva a la Cooperativa de Servicios Múltiples Bosque del Alto Mayo (Coopbam) tras el despulpado, el proceso de fermentación (que dura 72 horas),  y el lavado y secado (el cual se prolonga hasta 11 días) en secadores solares.

“Tenemos un producto bueno, orgánico y rico”, acota Vanessa. Su hermano lava y seca el café. Ella también se encarga de pagar a los trabajadores . Su día comienza muy temprano, poco antes de las 6 de las mañana.

“El café es el sustento de nuestros hogares, y por eso debemos cuidarlo, y al mismo tiempo recordar que con nuestro trabajo estamos protegiendo el medio ambiente”, dice esta mujer al detallar que entre los cafetales del Bosque del Alto Mayo hay cerca de 2,000 árboles maderables de diversas especies.

Destaca que gracias a Conservación Internacional (CI) y a la Asociación Ecosistemas Andinos (ECOAN) han aprendido a cosechar el café sin contaminar el medio ambiente. Así, su trabajo es una actividad que contribuye a proteger la naturaleza, algo que durante años desconocían. También ha recibido capacitaciones del laboratorio del Control de Calidad de café del Bosque Protección del Alto Mayo (BPAM).

“El café es parte de nuestras vidas“, indica Vanessa, quien agradece el apoyo recibido de las citadas instituciones para orientar una labor que muchos desconocen: detrás de una taza de café hay sacrificios, estudios y días intensos. Además de café, Vanessa y otras familias siembran pitahaya.

En diciembre de 2020, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) a través de la Jefatura del Bosque de Protección Alto Mayo en alianza con la Oficina de Promoción de la Inversión Privada Sostenible (OPIPS) firmó un Acuerdo de Conservación con Agro Inversiones Valle Zaña (AGROVAZA) para asegurar la comercialización sostenible de pitahaya con más de 130 familias que viven en el ámbito de esta área protegida. Gracias a esto no dependen únicamente del café como fuente de ingreso, algo que a Vanessa le a da mucha tranquilidad. Así, la temible roya y el cambio climático no la afectaría tanto, comenta.

LA ENERGÍA DE CADA DÍA

El café es el sustento de sus hogares, y la energía de cada día. Despiertan tomando café e incluso cenan con un cafecito.

Sus abuelos, padres y tíos son productores de café: “Ellos nos animan, y sobre todo ven la calidad que tenemos para poder exportar”. En su casa del centro poblado Aguas Verdes, sector Barrios Altos, su mama tuesta el café de manera artesanal. Luego es molido, y guardado. No hay día sin café.

DATOS: 

-COOPBAM es una cooperativa certificada de comercio justo y café orgánico con más de 500 miembros que se comprometen a utilizar de manera sostenible los recursos naturales en el Bosque de Protección Alto Mayo y a una deforestación neta cero. 

-Para cumplir con los contratos con compradores de café de especialidad europeos y estadounidenses de alto nivel, COOPBAM necesita importantes reservas de capital de trabajo para comprar el café producido por sus miembros. 

Este trabajo es posible gracias al apoyo y colaboración del Servicio Nacional de áreas naturales protegidas, Ecosistemas Andinos y Conservación Internacional.

 

Nota elaborada por La Ruta del Café Peruano.