Construyendo una gobernanza sostenible en la región San Martín

noviembre 5, 2019

El Gobierno Regional de San Martín se ha posicionado como una de las regiones líderes en la promoción de la protección de sus recursos naturales y el bienestar de su población. El desarrollo integral y sostenible está enmarcado tanto en su visión como misión institucional. Y aunque dicen que del dicho al hecho hay un gran trecho, el gobierno regional de San Martín, tiene, efectivamente, muchos motivos para estar orgulloso.

A partir del 2012, en miras a promover este  desarrollo sostenible en la región, se aprobó la “Política Territorial de San Martín”, la cual busca establecer- por primera vez en una región del Perú- lineamientos que integren los ejes económicos y ambientales para una base productiva rentable y competitiva, a través de la creación de cadenas productivas verdes y el uso de tecnologías limpias que protejan sus valiosos ecosistemas.

Sin embargo, hasta entonces, la Autoridad Regional Ambiental y la Gerencia Regional de Desarrollo Económico del gobierno regional, manejaban agendas diferentes; la primera priorizaba acciones vinculadas al ordenamiento territorial y la búsqueda de alguna forma legal de proteger las áreas identificadas para conservación, mientras que la otra se centraba en la productividad y rentabilidad de las principales actividades económicas: café, cacao, arroz, ganadería entre otros.

Pero, gracias al apoyo y constante acompañamiento que Conservación Internacional Perú viene haciendo para fortalecer la gobernanza de la región, se ha logrado la integración y articulación de ambos sectores del gobierno. Con la promoción de una mayor participación de los actores clave en diferentes espacios y niveles de concertación, tanto distrital, municipal como provincial que integran el gobierno, sociedad civil y sector privado, se logró la aprobación en el 2018 de la ordenanza N° 038-2018-GRSM/CR

Esta ordenanza constituye una “norma paraguas” y marca un hito en la forma en que una gerencia regional de desarrollo económico aborda sus funciones. Incorpora múltiples componentes de sostenibilidad ambiental, donde destaca la necesidad de restaurar los servicios ecosistémicos de los que depende la competitividad de las principales cadenas productivas, como café y cacao,  y la necesidad de conservar los bosques, y ecosistemas generadores de servicios como agua potable, alimento, etc.

El siguiente paso a partir de este logro, es la propuesta de una “Estrategia Regional de Desarrollo Rural baja en emisiones” y la necesidad de plantear junto con los actores de las cadenas productivas de café y cacao la generación de marcos normativos más concretos respecto a la producción, transformación y comercialización de estos cultivos que permitan poner en práctica acciones de restauración de los servicios ecosistémicos, evitar la deforestación y potenciar la rentabilidad de estos cultivos que se constituyen en medios de vidas de muchas familias en la región.

© Katherine Fernández