Un aliado climático poco valorado está en serios problemas

mayo 26, 2025

Por Mary Kate McCoy

Debajo del agua y fuera de la vista, uno de los ecosistemas más efectivos contra el cambio climático se encuentra en dificultades. De acuerdo con un nuevo estudio, la falta de protección de los pastos marinos en el mundo tendrá un alto costo – en múltiples sentidos. 

La protección de los pastos o praderas marinas del mundo podría evitar daños climáticos valorados en más de 200,000 millones de dólares al impedir la emisión de 1,200 millones de toneladas de carbono contaminante, equivalente a la huella de carbono anual de 100 millones de hogares en Estados Unidos. 

"Los pastos marinos no sólo son importantes para la biodiversidad marina, sino que también son una pieza fundamental del rompecabezas climático", afirmó Johannes Krause, autor del estudio y profesor adjunto de la Universidad Internacional de Florida. "Si no actuamos ahora, corremos el riesgo de perder estos ecosistemas y agravar los efectos del daño climático. Es hora de darle prioridad a los pastos marinos". 

Combinando investigaciones de aproximadamente 3,240 sitios en 61 países, el estudio, dirigido por Conservación Internacional y la Universidad Internacional de Florida, hasta la fecha, es la mirada más completa sobre la cantidad de carbono almacenado por los pastos marinos del mundo. 

El estudio demuestra que no todas las praderas marinas son iguales en lo que respecta al almacenamiento de carbono. "Existe una enorme diversidad en los ecosistemas de pastos marinos", afirmó Krause. "Aquellas que son altas con hojas largas y raíces profundas, almacenan mucho más carbono que otras variedades más pequeñas". 

 

Si bien el estudio concluye que la cantidad de carbono retenida por los pastos marinos a nivel mundial es en promedio, inferior a las estimaciones anteriores, se trata de un recuento más preciso y detallado, señaló, y puede ayudar a identificar áreas prioritarias con variedades de pastos marinos que capturan la mayor cantidad de carbono.  

Los pastos marinos del Atlántico tropical, el Mediterráneo y el sur de África albergan las mayores reservas de carbono, casi cuatro veces más que la media mundial. Una sola hectárea de praderas marinas en estas regiones puede almacenar el equivalente a las emisiones anuales de hasta 22 automóviles.  

"Nuestro conjunto de datos es más sólido que nunca, lo que nos proporciona una idea más clara de lo que son capaces de hacer los pastos marinos", afirmó Krause. "Al desglosarlo por especies en diferentes regiones, ahora podemos orientar nuestros esfuerzos hacia las medidas más eficaces. Como aliados del clima, las praderas marinas suelen pasarse por alto, literalmente. Al crecer bajo la superficie del agua, suelen ser difíciles de estudiar, por lo tanto, de proteger”, apuntó.  

Los investigadores calculan que los ecosistemas costeros con vegetación, incluidas los pastos marinos, cubren sólo el 2% del fondo oceánico, pero representan el 50% del almacenamiento de carbono. Sin embargo, debido a la dificultad de su estudio, los científicos aún no comprenden completamente la cantidad existente en el mundo.  

Los beneficios de los pastos marinos se extienden mucho más allá del carbono: ayudan a proteger a las comunidades costeras de la erosión, mejoran la calidad del agua y proporcionan hábitat y alimento a peces y otras especies marinas. 

Pero las amenazas a los pastos marinos son igualmente numerosas. La escorrentía agrícola puede asfixiarlos, al mismo tiempo que permite que las algas bloquean la luz solar. La deforestación y la erosión cerca de las zonas costeras generan cantidades excesivas de sedimentos que pueden ahogar los pastos marinos. Y las prácticas pesqueras destructivas, como la pesca de arrastre de fondo, puede arrancar las praderas marinas de raíz. 

 

 

"Por desgracia, las praderas marinas están ligadas al fondo del océano", menciona Krause. "No pueden simplemente moverse cuando llega una amenaza; son muy sensibles a cualquier cosa que se les cruce en el camino". 

Según Emily Pidgeon, coautora del estudio y Vicepresidenta de Ciencias Oceánicas de Conservación Internacional, la protección de las praderas marinas es una de las medidas más rentables y eficaces contra el cambio climático. 

"El papel vital que desempeñan las praderas marinas no solo en el almacenamiento de carbono, sino también en la protección de las comunidades costeras, es evidente", declaró. "Con las políticas e inversiones adecuadas, podemos proteger estos tesoros submarinos y los beneficios climáticos que aportan".  

Políticas como la gestión de la calidad del agua y la prevención de la destrucción del hábitat en las zonas costeras contribuyen en gran medida a proteger las praderas marinas, afirma Pidgeon. Pero es fundamental actuar con rapidez. 

Los países deben incluir la protección de los pastos marinos en los planes de lucha contra el cambio climático, explicó, así como aprovechar las oportunidades financieras para la protección, como los mercados de carbono, que ofrecen incentivos a cambio de la protección de carbono almacenando por los árboles y los manglares. 

"Los pastos marinos están subrepresentados en las iniciativas de financiación de carbono en comparación con otros ecosistemas costeros, como los manglares", señaló Pigeon. "Invertir en la conservación global de los pastos marinos no solo liberará su potencial de almacenamiento de carbono, sino que también apoyará la pesca, la protección contra la erosión costera y mejorará la calidad del agua, salvaguardando nuestro planeta y los ecosistemas costeros para la humanidad".